¿De quién nos nutrimos?

No es fácil aceptar cuando dejamos de pensar igual que nuestros amigos de varios años. En mi caso, siempre me pongo una venda en los ojos, me ayuda a seguir viendo el lado bueno de las cosas y justificarnos para seguir en las mismas platicas, en las mismas quejas.

¿Nos da miedo conocer gente nueva? ¿Nos da miedo abrirnos?. Conforme he ido creciendo, me doy cuenta que me aburre abrirme, contar mi pasado, que me conozcan.

En estos últimos meses he dedicado parte de mi tiempo en entenderme a mí, que es lo que a mi me gusta, la persona que realmente soy. Entre mas me cuestiono a mi misma con preguntas básicas como ¿Realmente te gusta el morado? ¿Realmente te gusta caminar descalza?, mas me doy cuenta, que las personas de las cuales me estaba nutriendo, realmente ya no tengo muchas cosas en común.

Las personas llegamos a la vida de otros y muchas veces no es para siempre, puede ser algo efímero y no esta mal, tal vez, necesitabas a ese grupo de personas para que te mostraran el camino o tú fuiste quien les enseñó el camino.

Hoy soy consiente de quien quiero ser, los valores que tengo y las personas de las cuales hoy quiero aprender y sentirme acompañada.

Entre mas nos cuestionemos a nosotros mismos, mejores decisiones tomaremos para nuestro mas alto bien; entre mas personas conozcamos, mejor sabremos de quien nos queremos nutrir y que aportaremos.

Tal vez hoy estamos en un lugar que ya no es el nuestro, somos tantos en el mundo que siempre encontraremos a alguien nuevo, solo hay que abrir el corazón y estar dispuesto a recibirlo.