Y aquí, con mi amiga la incomodidad

Hoy me levanté con ganas de no hacer nada, de mal humor con todos, a lo largo del día todo me parecía que estaba mal, cualquier comentario de lo que fuera. Escuchar o ver que me hablaban por wapp provocaba una mueca o un “ash”, podría haber seguido mi día de esa manera, hasta que decidí hablarle a una de mis amigas mas cercanas para decirle todo lo que estaba pasando por mi cabeza, toda la incomodidad en la que estaba viviendo. Como siempre, ella me leyó y me mandó una platicas para que me reinventara, jaja, claramente que eso no quitó mi mal humor del día, ayudó un poco para cambiar el chip y entender que si estaba exagerando con mis reacciones intolerantes.

Decidí pasar el día sintiendo mi incomodidad, me aísle de las personas que se podrían ver afectadas por mi mal humos y fui experimentando. No quise cerrarme y cambiar a estar feliz de un momento a otro, esta vez, creí importante darle un espacio a esos sentimientos de muy baja vibración que estaban en mi cuerpo. Al cabo de un par de horas, pasó, no volví a reír y a ser la persona que me gusta ser, pero me sentía más tranquila, menos pesada.

Puede que pasen días sintiendo esta incomodidad, de malas, que no soportan ni el sol; sin embargo, cuando le das un espacio a todas esas emociones y las observas sin intentar no sentirlas, les das espacio a que fluyan esas emociones, a que dejen de estar estancadas. Intento vivir con mis días incomodos, con esa parte de mi que no me gusta, que me hace fruncir el ceño, trato de darle un lugar para que pueda fluir, salir y así, darle espacio a que las nuevas emociones lleguen a mí, sin juzgar.

Y aquí, con mi amiga la incomodidad, prefiero darle un lugar y se salga, que no dejarla pasar y se quedé.

Xoxo